La boda de María & David

En el prestigioso Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, dos cardiólogos apasionados por su trabajo y comprometidos con salvar vidas: el Dr. David Rivera y la Dra. María Sánchez. Desde el primer día que se conocieron en el pasillo del hospital, hubo una conexión instantánea. Sus ojos se encontraron mientras ambos revisaban informes de pacientes, y supieron en ese momento que estaban destinados a compartir algo más que la misma especialidad médica. Con el tiempo, su relación se volvió más íntima. Compartían almuerzos en la cafetería del hospital, debatían sobre los avances en cardiología y discutían casos médicos hasta altas horas de la noche. Descubrieron que, además de su pasión por la medicina, compartían intereses en común, como la música clásica y los viajes. Sin embargo, como en cualquier historia de amor, también hubo desafíos. El trabajo en un hospital tan demandante les exigía dedicar largas horas, ya veces sus horarios no coincidían. A pesar de esto, encontraron formas de apoyarse mutuamente, incluso cuando estaban ocupados. Un día, mientras trabajaban juntos en un caso particularmente delicado, David confesó sus sentimientos a María en medio de la sala de descanso. Le explicó cómo cada latido del corazón que salvaban en sus pacientes se reflejaba en sus propios corazones. María sonriendo y le confesó que había estado sintiendo lo mismo. A partir de ese momento, su relación se fortaleció aún más. Se convirtió en un equipo imparable tanto en el quirófano como fuera de él. Su amor creció junto con sus logros profesionales, y eventualmente, decidieron comprometerse. En una tarde de verano, rodeados de sus amigos y seres queridos, David y María intercambiaron anillos. Sus palabras reflejaron su profundo amor y su compromiso compartido de cuidar los corazones de sus pacientes y el uno del otro. A lo largo de los años, siguieron trabajando juntos, investigando avances médicos y salvando vidas. Su historia de amor inspiró a sus colegas y pacientes por igual, demostrando que, en el corazón de la medicina y el amor, hay espacio para latir con fuerza y ​​pasión.